Willy, de la película Compañeros inseparables, 1990
Nadie que haya vivido los años 80 siendo gay puede imaginar la dureza de aquellos días. De repente ser gay suponía la muerte; se decía que era un castigo del cielo por nuestra vida depravada. Y eso que muchos solo intentábamos llevar una vida normal.
Poco a poco, más y más homosexuales empezar a morir a causa de una enfermedad que terminó siendo llamada SIDA. Y nadie entendía por qué. Teníamos miedo, mucho miedo. Y ni siquiera sabíamos qué hacer. ¿Qué habíamos hecho para merecer aquello?
La mínima mancha en el cuerpo causaba el pánico. Pero no era infundado. Muchos amigos murieron aquellos días. Y los demás vivimos en el terror. Cuánto sufrimiento. Poco a poco, las investigaciones fueron descubriendo la verdad y nosotros seguimos con nuestras vidas. “Es hora de olvidar”, decían. Pero eso es algo que nunca podré hacer. No debo olvidar. Por mis amigos.
-¿Cómo fue ser gay en los 80?
-¿Por qué se dijo que el SIDA era un castigo divino?
-¿Por qué aún hoy se asocia la homosexualidad con el SIDA?