Cine Gay. Películas gays

Gus Van Sant y el cine gay

Gus Van Sant, director de cine gay 1
Gus Van Sant, director de cine gay 1

Director underground de culto, Gus Van Sant no ha dejado que su homosexualidad le convierta en un activista político, pero sí ha dedicado su cine a la identidad y la sexualidad, con éxitos gays como Mi Idaho Privado y Mi nombre es Harvey Milk


Gus Van Sant nació el 24 de julio de 1952 en Louisville, Kentucky (EE.UU.) y vivió una infancia bastante movida debido al trabajo de su padre como vendedor ambulante, que llevó a la familia a varios cambios de domicilio. Desde pequeño desarrolló un gran interés por las artes visuales, especialmente la pintura y el cine, que desarrolló en una serie de cortos autobiográficos de un coste de unos 40 dólares. Aunque empezó estudiando en la Escuela de Diseño de Rhode Island, una clase introductora al cine avant-garde de parte de directores como Andy Warhol le llevó a centrarse en el cine. 

Tras pasar un tiempo en Europa se mudó a Los Angeles, donde comenzó como asistente de producción del director Ken Shapiro. En ese tiempo, su fascinación por las secciones marginadas de L.A. no dejó de crecer y desembocó en su primer film estrenado: Mala noche (1985), sobre un treintañero gay enamorado de un inmigrante ilegal mexicano que acepta acostarse con él por dinero. Aunque era un trabajo muy mejorable, mostraba las claves del cine de Gus Van Sant: amor infeliz, absurdez de la vida y rechazo a tratar la homosexualidad como algo digno de ser juzgado. 

Drugstore cowboy (1989) fue aplaudida por la crítica, pero es Mi Idaho privado (1991) la que le convirtió en referente del público gay al convertirse en cinta de culto, especialmente debido al tierno momento en que el dulce Mike (River Phoenix) se declara a Scott (Keanu Reeves). Ambos venden sus cuerpos para subsistir y emprenden un viaje en busca de la madre de Mike y el autodescubrimiento. Aunque absurda y estrambótica, sin duda debido a la influencia underground de su infancia, la película tenía tiempo para tratar el problema de crecer sin afecto y la constante búsqueda de cariño del ser humano. 

Pese a sus orígenes indies, Gus Van Sant no tardó en mudarse a Hollywood, donde rodó la divertida Todo por un sueño (1995) y la emocionante El indomable Will Hunting (1997), ambas llenas de homoerotismo pese a la heterosexualidad de sus tramas. De hecho, la mayoría de sus films no tratan la homosexualidad, pero ello no ha impedido a Gus Van Sant convertirse en el cineasta estadounidense gay por excelencia. No sin motivo, el único corto de temática homosexual del experimento Paris, je t´aime (2006) es el dirigido por este cineasta (y también uno de los más vitales y emotivos). 

Su película más aplaudida entre los círculos cinéfilos (y de las pocas obras premiadas como mejor película y mejor director en Cannes) es Elephant (2003), en la que Gus Van Sant dio una visión tan peculiar de la masacre de Columbine que hasta convirtió a los misteriosos asesinos en amantes homosexuales. Pero su película más aplaudida por el público gay es sin duda Mi nombre es Harvey Milk (2008), no tanto por la estricta calidad de la misma, sino por mostrar al mundo la historia del político gay Harvey Milk (oscarizado Sean Penn) en la lucha por los derechos de los homosexuales. 

Gus Van Sant afirma que son sus películas las que le sacaron del armario, porque, al contar las historias de homosexuales marginados, descubrió que estaba contando su propia vida. No obstante, al contrario que otros realizadores gays, él ha evitado utilizar las relaciones homosexuales para lanzar ideas políticas. Para él la homosexualidad es parte natural de la vida y no necesita relacionarse con ningún tipo de corriente transgresora porque existe por derecho propio.

Reportaje de Juan Roures


Felix Redondo