El cine del aclamado André Téchiné se adentra en las relaciones humanas con sensibilidad y sin dramatismos. La homosexualidad es parte natural de su cinematografía y clave de su obra maestra: Los juncos salvajes (1994).
André Téchiné nació 13 de marzo de 1943 en Valence-d'Agen, Francia, y realizó sus estudios en París, iniciándose en el cine como ayudante de dirección de Jacques Rivette. Entre 1964 y 1967, André Téchiné trabajó como crítico de cine de la prestigiosa revista Cahiers du cinéma y en 1969 realizó su primera película Paulina s'en va. Desde entonces se ganó un gran prestigio como guionista y director francés, ganando el premio a mejor director en Cannes por Rendez-vouz (1985). Se le encuadra en la generación que siguió a la famosa Nouvelle Vague.
Sus películas se caracterizan por examinar las relaciones humanas con un estilo intimista y cuidadoso que logra ser sensible sin caer nunca en el sentimentalismo. Pero quizá su película más especial sea la en parte autobiográfica Los juncos salvajes (1994), en la que André Téchiné refleja con gran poesía y belleza la vida sentimental de un grupo de adolescentes con la guerra de Argelia de trasfondo, alcanzándose una doble crisis de identidad: nacional y personal. Entre los protagonistas encontramos a un adolescente gay (Gaël Morel) enamorado de su compañero de cuarto (Stephane Rideau), quien primero se acuesta con él y luego decide que no quiere saber nada de él. André Téchiné recibió los premios César y Delluc por esta fascinante joya sobre la iniciación.
La homosexualidad es parte vital de su filmografía, aunque nunca con más fuerza que en Los testigos (2007), que gira en torno a un atractivo joven homosexual (Johan Libéreau) que se muda a París en busca de diversión y termina rodeado de su agradable hermana, un hombre maduro que se enamora de él, un hombre musulmán del que se enamora él... y la mujer de éste. Ambientada en los años ochenta, la película trata el duro tema del descubrimiento del SIDA. Los protagonistas de este film son testigos del desarrollo de tan terrible enfermedad, que les afectará de lleno y marcará sus vidas tal y como ha hecho con las de millones de personas desde su aparición.
La sexualidad y sus consecuencias son tema central de la filmografía de este gran director de actores, a los que a menudo ha llevado a conseguir premios César. Mi estación preferida (1993) y Lejos (2001) son otras de sus películas destacadas. La crítica suele alabar los films de André Téchiné, quien evita el voyerismo propio de otros cineastas homosexuales como Pedro Almodóvar o Gus Van Sant y graba a sus protagonistas siempre con una cuidada lejanía, lo que nos permite sumergirnos en sus almas con discreción y respeto.
Reportaje de Juan Roures