Gustav von Aschenbach de la película Muerte en Venecia, 1971
Luchino Visconti, director del film y el actor protagonista
Mi salud estaba delicada y mis obras ya no eran lo que fueron. La última había fracasado estrepitosamente. Así que decidí olvidarme de todo y dirigirme a la bella Venecia, la ciudad de los canales y la luz, a disfrutar de la tranquilidad que merecía.
Era verano y los rallos de sol engrandecían la ciudad. Pero poco podía brillar Venecia entera comparada con la hermosa criatura que encontré allí. Un joven de piel delicada y dorados cabellos ondulados. Un ángel.
Contemplarle me alegraba los días, me daba vida. Pero a la vez me consumía. Tanta belleza y juventud frente a mí y yo no podía ni acercarme. Deseaba olerle, tocarle, sentirle… Pero sólo podía sentarme al sol y confiar en verle pasar. Y mientras mi vida se esfumaba, la ciudad decaía a causa de la llegada de una temible epidemia.
Preguntas para el debate sobre la película Muerte en Venecia, 1971
-¿Por qué se quedó el protagonista en Venecia a pesar de la epidemia?
-¿Crees que contemplar al joven era positivo para el protagonista o todo lo contrario?
-¿Es peligroso desarrollar un sentimiento de admiración por alguien inalcanzable?