Cine Gay. Películas gays

Crítica de La ley del más fuerte, 1975

Fox and his Friends, La ley del más fuerte

Fox and his Friends, La ley del más fuerte


La ley de más fuerte es una de las películas más personales del cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder y su film de temática gay más impactante. Sin embargo, su tema central no es ése, sino la diferencia de clases y la hipocresía de la sociedad burguesa.

Fox and his Friends, La ley del más fuerte, carátula

La película está protagonizada por Peter Chatel y el propio Fassbinder

Fassbinder escribió, dirigió y protagonizó La ley del más fuerte sin ningún tipo de pudor, rodando varias escenas que mostraban a los hombres como Dios les trajo al mundo.

El propio director aparece en cueros con bastante frecuencia. De este modo, Fassbinder se opone a la clásica mirada machista del cine, que se regodea en cuerpos femeninos y aparta la vista ante el cuerpo masculino. 

La película está plagada de personajes gays sin tapujos, que no temen exponer sus deseos. Fassbinder se divierte incomodando al espectador con largos planos muy explícitos, acompañando diálogos absolutamente coloquiales que tienen lugar en el primer plano. Toda una revolución del cine que sin duda debió molestar a más de un homófobo en plenos años setenta (de hecho, también lo hace ahora). Eso sí, en contraposición no hay escena alguna que muestre la relación gay de modo explícito: todo está implícito en las sugerentes imágenes.


Fox and his Friends, La ley del más fuerte, poster

Se trata de uno de los primeros films con protagonistas gays

La historia de La ley del más fuerte es bastante simple: el ingenuo y bonachón Franz gana la lotería y asciende de clase social de la noche a la mañana. Ahora, disfruta de los círculos más selectos y en seguida llama la atención de Eugen, un burgués cuya familia está al borde de la bancarrota. En su ingenuo amorío, Franz se desvive por Eugen, al que compra todo lo que pide con la esperanza de ganarse su respeto. Pero cuanto más tiempo pasan juntos, más distantes se sienten: los toscos modales de Franz suponen una molestia para Eugen, para quien la imagen es lo primero.

Poco a poco, Franz comprueba que el ascenso de clase social no le ha dado la felicidad que esperaba. Todo lo contrario. Ahora, ni siquiera sabe qué hacer con su vida, o qué creer y qué no. A través de esta complicada relación, Fassbinder crítica el abuso de los aristócratas sobre la clase trabajadora, así como de la hipocresía de los ricos y su vida privilegiada. Y, de paso, aprovecha para recordar al espectador que la el mundo gay existe, quieran o no asumirla. Un puñetazo del gran director alemán a la sociedad establecida.

Crítica de Juan Roures


Felix Redondo