Y tu mama también (2001) es una película perfecta, a la hora de recorrer el universo del cine gay. Y es que muchas de las películas que aman las personas homosexuales no son de esta temática, como las que tratamos. Sin embargo, incluyen con frecuencia algún tipo de relato donde hay acercamientos entre los personajes masculinos de la Gran Pantalla, que pueden lograr una indentificación por parte del público gay, como es el caso de esta road movie rodada en México.
Y tu mama también (2001) no es una película gay, pero sí un revulsivo contra la imagen heterosexuada que es tan habitual en los films de adolescentes buscando chicas desesperadamente.
La popular y polémica película mexicana se nos presenta, aparentemente, como un film más de desfogueos carnales, de búsqueda intempestiva de carne, rozamientos, estremecimientos... de mucha pasión e intensidad. Puede decirse que Y tu mama también (2001) es una película de alto voltaje.
Los actores Gael García Bernal y Diego Luna, que saltaron al estrellato mundial, son dos amigos muy unidos, que juegan entre ellos constantemente, hablan de sus inquietudes, que se masturban en la intimidad. Y, por supuesto, que se quieren.
Para aquellos que no hayáis visto la película, podéis dejar de leer este artículo (spoiler).
Y tu mama también (2001) es una película con un final redondo. El film nos muestra como la amistad entre dos amigos desemboca en un juego a tres bandas, con una excelente Maribel Verdú de orquestadora, en la que Tenoch Iturbide y Julio Zapata participan de un momento homosexual visualmente impactante y seductor. Los dos amigos han pasado de competir por la "amada" a compartir sus cuerpos en un juego a triple banda.
La pregunta que os hacemos es:
¿Cuántos heteros han tenido experiencias homosexuales a lo largo de su vida con sus mejores amigos?
La adolescencia es una época de descubrimiento y exploración. La película parece incidir en la idea de que el adolescente es un tipo deseoso de probarlo todo. Y la heterosexualidad puede derivar en homosexualidad en algunos momentos de la vida, como parte del juego adolescente de la búsqueda de novedades sensitivas.
La experiencia homosexual de los adolescentes del film pasará a ser algo anecdótico en las vidas de los protagonistas. Años más tarde, ambos se encontrarán de nuevo para rememorar sus vidas con aquella mujer tan especial, Luisa Cortés, que les hizo descubrir y ver el mundo de otra manera. Atrás y muy lejos quedarán en sus vidas esos momentos de latencia homosexual donde el deseo y la amistad estaban tan unidos. Momentos ya pasados, pero que siempre prevalecerán en el recuerdo.
Les dejamos con el seductor manifiesto de los Charlastras, la fraternidad en la que participan los dos amigos:
- No hay honor más grande que ser un charolastra.
- Cada quién puede hacer de su culo un papalote.
- Pop mata poesía.
- Un “toque” al día… la llave de la alegría.
- No te tirarás a la vieja de otro charolastra.
- Puto el que le vaya al América.
- Que muera la moral y que viva la chaqueta.
- Prohibido casarse con una virgen.
- Puto el que le vaya al América (se repite por que es reputo el que le vaya al América)
- La “neta” es chida pero inalcanzable.
- Pierde la calidad de charolastra aquel que sea tan culero que para romper con alguno de los puntos anteriores.