The Fluffer (2001) es una buena película, arriesgada en su contenido, que se introduce en el mundo del cine gay adulto, al igual que lo haría cuatro años ante Mark Wahlbergh en Boogie Nights (1997).
Si bien Boggie Nights (1997) es una mejor película, aunque ambientada en el mundo hetero, The Fluffer (2001) ofrece un planteamiento muy original y se desarrolla con destreza, partiendo de un presupuesto muy inferior y de unos actores no tan populares.
La idea de que un joven homo se obsesione con una estrella del mundo del cine gay para adultos es de interés. Michael Cunio (Sean) conocerá al susodicho actor de forma fortuita al llegarle por error una película de contenido explícito, cuando se disponía a ver Ciudadano Kane.
El joven enamorado hará todo lo posible para acercarse a su actor favorito Scott Gurney (Johnny Rebel) , algo que tiene que ver mucho con las obsesiones hacia personas famosas que se producen en muchos de los mortales. La televisión suele aumentar el prestigio de las personas que allí aparecen, lo que produce que muchas veces se idolatren.
Estimulador, traducción de la palabra inglesa "fluffer" es el oficio del cine para adultos consistente en lograr mantener en toda su potencia la parte del cuerpo más importante de un actor dedicado a este tipo de cine. Y en The Fluffer (2001) Sean (Michael Cunio) trabajará en este oficio para que su estrella rinda al máximo en la pantalla.
Todo parecerá muy fácil hasta que Sean descubra que el actor del que se ha enamorado, Johnny Rebel, es hetero y que trabaja en la industria del cine gay adulto únicamente por dinero. Ello le llevará a una desilusión, pero no dejará de persistir en sus propósitos.
La película tiene algunas partes negativas. Y es que, se profundiza poco en la orientación de Sean (Michael Cunio), asumiéndose que siempre fue gay, aunque él dice no tenerlo muy claro. Además, resulta raro que la estrella de la que se enamora, hetero convencido, acabe en una duda sobre su orientación.
El problema evidente de The Fluffer (2001) es que no se profundiza apenas nada en la orientación de los actores. Tanto Sean como Johnny resultan muy planos en su verdadero sentimiento hacia los hombres. A veces da la sensación de que se trata más de un encuentro fortuito entre dos personas, que más allá de su orientación, acaban sintiendo un gran afecto mutuo.
Más allá de eso y teniendo encuentra el contexto en el que se desarrolla la película The Fluffer (2001), califico el film de notable. Es ameno y entretenido, con una historia poco relevante, pero sugerente y distinta al cine gay convencional (F.R.C.)