Mixed kebab es una buena película de temática gay para repensar las relaciones interculturales y en particular, las de índole religioso.
La historia romántica de un chico europeo (belga) con su pareja, un chico turco de religión musulmana, nos invita a pensar que las relaciones humanas son posibles más allá de los principios culturales de cada sociedad.
Y es que el el mundo mulsulmán también existe la homosexualidad, pese a que esta religión sea muy intolerante hacia las personas del colectivo LGBT. Existe en el mismo grado que puede haberla en las sociedad europeas, americanas o asiáticas. Otra cosa es que no tenga apenas visibilidad.
Cuestión distinta dentro del mundo musulmán es Turquía, debido a la influencia europea. Estamos ante un país más abierto y tolerante. ¡Dicicilmente la pareja gay del chico belga podría haber sido iraní o iraquí y vivir su romance en esos países! Difícil sino fuera porque lo más seguro es que acabarán ambos colgados de un grúa, que es una de las prácticas que allí se realizan contra las personas LGBT.
Turquía es algo diferente, pero aún así la cuestión homosexual no es del todo aceptada. Hace poco leí que el único bar gay que existía en la capital, Estambul, tuvo que cerrar debido a que acudían agresores a tratar de amenazar a las personas que allí acudían.
En todo caso el mensaje de la película es positivo. Es necesario luchar por el amor y vencer las dificultades culturales. El film sorprenderá por esos 2 finales posibles, pareciendo que el director prefiere más el segundo, siendo el primer una especie de sueño (muy desagradable).
La película Mixed Kebab tiene escenas muy románticas como aquella dentro de una sauna, con momentos muy bellos jugando debajo de las sábanas.
Me gusta bastante, pero me deja un sabor agridulce, teniendo en cuenta la realidad cada vez más agitada del fundamentalismo islámico y su intolerancia hacia todo lo que no sea una sociedad patriarcal y machista.
Crítica de Félix Redondo