Cine Gay. Películas gays

Ang Lee, director


Ang Lee recogiendo el Oscar

Ang Lee recogiendo el Oscar

Pese a que Ang Lee es heterosexual y un padre de familia felizmente casado desde 1983, ha realizado tres importantes películas protagonizadas por homosexuales (El banquete de boda, 1993, Brokeback Mountain, 2005, y Destino: Woodstock, 2009), contribuyendo enormemente a la normalización de la homosexualidad en Asia y el mundo entero. 


Ang Lee nació el 23 de octubre de 1954 en Pingtung, Taiwan, a donde sus padres se habían trasladado tras abandonar China con la llegada de Mao al poder. La Revolución Cultural china (1966-1976) supuso el asesinato de muchos familiares y dejó en él una sensación de inseguridad que nunca desaparecería. Ang Lee nunca fue un buen estudiante y suspendió dos veces el examen de acceso a la universidad, frustrando el deseo de su padre (director de su propio colegio) de ver a su hijo convertido en profesor. En su lugar, asistió a la escuela de arte de Taiwán y, tras completar el servicio militar obligatorio, se mudó a Illinois, EE.UU., donde estudio cine y teatro, que perfeccionó con un Master en la Tisch School of Arts de Nueva York.

Ang Lee en Brokeback Mountain

Las tres primeras películas de Ang Lee son Manos que empujan (1992), El banquete de boda (1993) y Comer, beber, amar (1994) y tienen mucho en común. Todas ellas cuentan con un padre autoritario (siempre interpretado por Sihung Lung) símbolo de sabiduría y reticencia al cambio y unos hijos poco preocupados por la tradición. Se trata de la crisis del patriarcado y el sistema de valores confucionistas. Es una trilogía de dualidades: viejo y nuevo, masculino y femenino, oriente y occidente…, a las que Ang Lee busca encontrar un equilibrio. 


De las tres, sin duda la que más nos interesa es El banquete de boda (1993), precursora en la normalización de la homosexualidad en el cine. Esta película cuenta la historia de una pareja homosexual de Manhattan. Uno de ellos es estadounidense y lleva la situación con normalidad, pero el otro es taiwanés y cree que sus padres le matarían si supieran qué tipo de vida lleva. Por eso, ante la visita sorpresa de éstos, decide fingir una boda con una mujer en busca de permiso de residencia, lo que da lugar a todo tipo de conflictos. Ang Lee fue pionero en el tratamiento de la homosexualidad asiática y experimentó varias dificultades, incluida la de encontrar un actor que hablase inglés y mandarín y no tuviera problema en interpretar a un personaje gay. En aquellos tiempos, ser gay suponía un descenso de clase social en Taiwán, donde se veía como “una mala influencia de occidente”. La solución fue Winston Chao, un modelo que recibió clases de interpretación del propio Ang Lee, quien volvería a contar con él en su siguiente trabajo. El film supuso la primera colaboración entre Ang Lee y el productor y guionista James Schamus, que se convertiría en su fiel colaborador, y recibió el Oso de Oro en el Festival de Berlín y una nominación al Oscar a Mejor Película Extranjera. 

Ang Lee y Heath Ledger

El éxito de sus films taiwaneses llevó a Ang Lee a Hollywood, donde destacaría con films como Sentido y Sensibilidad (1995) y La tormenta de hielo (1997). Sólo volvió a Taiwán para rodar la película extranjera más exitosa de todos los tiempos: Tigre y dragón (2000). 

A todos sus previos films debe Lee la creación de la película gay por excelencia: Brokeback Mountain (2005). En un mundo más homófobo de lo que quiere reconocer, lo que más llamó la atención fue el universo gay, pese a que imágenes mucho más explícitas habían tenido lugar en multitud de películas comerciales años atrás. No obstante, el bello retrato sobre el amor, la pérdida y la identidad terminó calando. Sus protagonistas (maravillosos Heath Ledger y Jake Gyllenhaal) son dos vaqueros aislados del mundo en la montaña en el verano de 1963. Sólo se tienen el uno al otro, y poco a poco ven su amistad transformada en amor. Pero ese bello sentimiento no tiene cabida en la sociedad de la América profunda y ambos deben reprimir sus impulsos e iniciar vidas separadas casados con dos bellas mujeres (también maravillosas Michelle Williams y Anne Hathaway) que nunca podrán ocupar un lugar que ya ha sido ocupado. 

Ang Lee y Jake Gyllenhaal

Al mezclar la homosexualidad y el western, género clásico por excelencia, Lee ataca de lleno a la sociedad estadounidense y al mundo entero, incapaz de darse cuenta de sus propios prejuicios. El efecto que este bello film tuvo en la normalización de la homosexualidad es incalculable y, aunque finalmente perdió el Oscar principal frente a Crash (Haggis, 2005), su influencia no tiene límites. El maravilloso trabajo de Ang Lee fue reconocido por la práctica totalidad de entidades cinematográficas, incluyendo el primer Oscar a mejor director entregado a alguien no caucásico. Pero lo más importante es que el film llegó al corazón de los espectadores; el director explica porqué: “Creo que todo el mundo tiene un Brokeback Mountain dentro. Alguien cuyo regreso esperas. Y, claro, hay personas que nunca regresan”. 

La sexualidad fue más explícita aún en Deseo, peligro (2007) y suavizada en Destino: Woodstcok (2009), donde Lee trató la homosexualidad por tercera vez, esta vez en el bohemio marco de la liberalización de los años 60 y la música pop. No obstante, pasó bastante desapercibida, especialmente si la comparamos con La vida de Pi (2012), por la que ha ganado su segundo Oscar a mejor director. 

Ang Lee, con el protagonista de La vida de Pi

La influencia de Ang Lee en el cine contemporáneo es incalculable. Sus films han revolucionado la idea de “autor minimalista” y acercado el cine asiático a occidente, además de ayudar a normalizar la homosexualidad y defender importantes valores como el feminismo, la honestidad o el amor incondicional.

Reportaje de Juan Roures

Felix Redondo