Boys don´t cry (1999) es una de las películas más formidables que nos ha dado el cine sobre la problemática de las personas trans. El film nos cuenta la historia de Teena Brandon, una chica que decidirá emprender una transformación en su identidad de género para ser un chico, Brandon Teena.
La película se centra en la crisis de identidad que atraviesa el protagonista, ya que no le resulta fácil terminar de pensarse como un hombre, teniendo en cuenta el contexto machista y poco tolerante con la orientación de las personas en el que vive, en uno de esos condados estadounidenses donde las mentalidades retrógradas abundan y las opiniones de las gentes se apoyan en prejuicios y estereotipos.
La película aborda una historia de amor entre una persona trans de chica a chico, junto a una chica. El film pretende decirnos que el enamoramiento entre las personas surge, además de por los trasfondos personales, por el concepto global de una persona, y no por la genitalidad, aunque esto es algo que puede estar en las fantasías de los pretendientes.
Boys don´t cry es uno de esas joyas del cine independiente que ha conseguido regalarnos un formidable relato acerca de la necesidad de tolerancia y de aceptación social de la diversidad LGTB.
La película le supuso el reconocimiento con el premio Óscar a Hilary Swank, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta lo bien que se introdujo en el personaje de Brandon. Además, el film cuenta con una fotografía excelente y una banda sonora ampliamente reconocida con piezas como The Bluest Eyes In Texas (Nina Persson) y Boys Don't Cry (The Cure), que logran crear una ambiente muy emotivo.
La película Boys dont´cry (1999) se encuentre entre las mejores películas del cine independiente a favor de la aceptación de la orientación. Uno no puede dejar de solidarizarse en todo momento con el personaje de Brandon Teena y amarlo como una persona que tiene derecho a tomar su camino y a decidir libremente su orientación.