Cine Gay. Películas gays

Crítica de Romeos, 2011

Romeos, crítica

Romeos, crítica

Nos encontramos ante una de esas películas únicas que hay que juzgar más allá de la calidad técnica porque se adentran en un tema que hasta entonces ninguna película había tratado. Las siglas LGTB a menudo confunden la naturaleza de sus miembros. Los gays y los trans no tienen más relación entre ellos de lo que la tienen con los heterosexuales, y, sin embargo, la tradición nos incita a relacionar los. 

Al contrario que un homosexual,. Un trans es alguien que siente que su personalidad y su cuerpo no se corresponden, lo que supone una discordancia entre la naturaleza biológica y la identidad de género. Por tanto, un trans puede ser, a su vez, homosexual, algo que varias películas han explotado en tono de comedia con antelación pero sin tomárselo demasiado en serio.


Romeos, poster

El actor trans Rick Okon encarna a la perfección al protagonista


Este es el caso del protagonista de Romeos, quien nació con cuerpo de mujer pero hace lo posible por ser considerado como un hombre, hasta el punto de mentir a todas las personas que le rodean pese a seguir siendo una mujer desde un punto de vista biológica. Esa es la parte de sí mismo que atormenta a Lukas en todo su momento y lo sume en un terrible sentimiento de claustrofobia: está encerrado en un cuerpo con el que no se identifica. Y además, nadie parece llegar a entenderle. ¿Pueden acaso? 

Como cualquier joven, Lukas se enamora. Y lo hace con un chico complicado que también tiene asuntos que esconder, Fabio. Entre ambos, se crea una bonita relación, pero Lukas sabe que no puede ir más lejos hasta contarle la verdad a Fabio. La angustia le corroe: ¿será él capaz de aceptarlo tal y como es? Pero antes de pedir a los demás que lo hagan, tiene que aceptarse él mismo. 

Romeos es una excelente película alemana que pide a gritos la libertad y la igualdad, desde un agudo guión que se mueve con agilidad entre las risas y los llantos y que nunca teme contar la verdad. De hecho, todo el film respira sinceridad. Y así es cómo Julieta se convirtió en Romeo y encontró a su Romeo.

Crítica de Juan Roures






Felix Redondo