Cine Gay. Películas gays

Crítica de Latter Days, 2003

Latter Days, film
Latter Days (2003) es una película sobre la intolerancia religiosa hacia la diversidad sexual. ¿Por qué no llamar a las cosas por su nombre? Y es que no existe justificación alguna, basada en ideologías espurias para  limitar la orientación de las personas, basándose en mandamientos, prefectos o sermones de donde quiera que provengan. La homosexualidad no necesita ser juzgada por nadie. Y menos aún por quienes ni siquiera son homosexuales y se consideran con el derecho de menospreciar a los chicos y chicas gays.

Así pues, Latter Days (2003) opta por un tema contundente y hasta cierto punto polémico, por desgracia en la actualidad. ¿Puede un religioso o un misionero aceptarse como homosexual sin caer en un pozo sin fondo? Lo cierto es que las incompatibilidades entre religión y sexualidad sólo ofrecen una alternativa: siempre debe ganar la persona, la cual es indisociable de su biología, de sus gustos, de la libertad que debe tener para amar a quien desee, sin las cortapisas de los fundamentalismos religiosos.

Latter Days, film


Aarón, el protagonista de Latter Days (2003) se verá en la encrucijada de aceptarse a sí mismo como gay o renunciar a su persona por seguir los preceptos de la religión mormónica. La valentía del protagonista le llevará a luchar contra la base ideológica familiar, de fuertes convicciones religiosas. Y hasta tendrá que someterse a una cura para liberarse de sus "tendencias" homosexuales. La película nos ofrece así un perfecto cuadro de intolerancia religiosa llevado a su praxis más extrema. ¿Pretender curar a una persona por querer amar a otra? Lo cierto es que ocurre en el mundo, no sólo en el de la película. Y más que lamentable, resulta abominable.

El acierto de la película Latter Days (2003) es su protagonismo compartido entre Christian, el chico homosexual y atractivo que está muy orgulloso de ser gay; y de Aarón, un chico atrapado en el armario de la religión. Ambos represetan la antítesis la cuestión gay. Aceptarse, quererse y no esconderse frente al ocultamiento y hostigamiento de uno contra sí mismo.

Latter Days

Sólo hay una vida. Piensa siempre que el hoy no se repetirá jamás.

El amor entre los dos jóvenes resulta una ocasión para replantearse la existencia de uno en el Planeta. Sólo tenemos una vida amigos. Sólo una. ¿Y si no hemos vivido nuestra propia vida? ¿Y si alguien la ha vivido por nosotros? ¿Cómo es posible que haya sectas y religiones que incapaciten a las personas para actuar con libertad? Aarón hace bien. Christian le ayudará a liberarse, a la vez que entenderá que el amor y flirteo homosexual debe ser tratado con delicadeza hacia las personas que viven atrapados en contextos de homofobia e intolerencia por la gente que les rodea.

Sin duda Latter Days (2003) es una gran película en su contenido, en los mensajes que transmite, en su acierto a la hora de lograr un retrato perfecto de los corsés de la religión y de la violación homófoba que asalta a las personas.

Latter Days (2003)  es una película mejorable en su puesta en escena. Su calidad televisiva y su exceso de musicalidad a veces imposibilita introducirse en unos diálogos y escenas más intimistas, desde una mirada más pura y directa. Son sus mayores pegas.

En definitiva, Latter Days (2003) es una película recomendada sin duda para todos los amantes del cine gay. En mi opinión, estamos ante una obra combativa, de difícil temática, con elementos muy dramáticos. No es sobresaliente en su forma, pero sí lo es en el fondo. Nadie debería jamás renunciar a su orientación sexual por culpa de ideologías absurdas y cláaamente homófobas (F.R.C.)



Felix Redondo