Con Diferente a los demás (1919) estamos ante la primera película gay de la Historia del Cine. Esto ya te predispone para perdonarle sus fallos y ensalzar sus virtudes.
Se hace difícil, en todo caso, juzgar una película cuyo metraje no sólo ha sido restaurado, sino rehecho, debido a la falta de muchas escenas, en el momento en que se halló la película.
Diferente a los demás (1919) es un título militante, como lo es la película. Tanto su director, como su co-guionista y creador Magnus Hirschfeld pretendieron hacer un film a favor de la causa gay, en un momento en que ser homosexual era delito. Ya sabemos lo que les sucede hoy día a los homosexuales en muchos países de fundamentalismo islámico: lapidación y otras torturas, a cada cual más macabra. Por ello, la propuesta de Hirschfeld y Oswald puede concebirse como militancia pura y dura, contra una Alemania convulsa, gobernada por la República de Weimar.
El que se opte por presentar la visión negativa o la positiva no quiere decir, en todo caso, que el director o guionista no simpatice con la causa gay. Al contrario, una visión negativa de la homosexualidad lo que pretende es demostrar los estragos por los que pasan las personas gays a causa de la homofobia y la represión social.
Por otro lado, Diferente a los demás (1919) podría encuadrarse dentro de la subtemática de aprendizaje o de maestro / discípulo, al igual que el film colombiano La virgen de los sicarios (1999). Así vemos como el violinista maestro se enamora del violinista joven, siendo algo más que un tutor para él.
Por lo demás, Diferente a los demás (1919) es una película de obligada visión, si alguien quiere saber un poco sobre la Historia del cine gay y sus precursores.
Sorprende que ya en aquellos tiempos tan remotos, hubiera pensamientos tan progresivas, como los que tenía el doctor Magnus Hirschfeld, verdadero ideólogo del film, a la par que investigador en cuestiones de la homosexualidad. Y digo que sorprende porque, evidentemente, la Historia Humana no es una cuestión de progreso ascendente. Tiene sus hondonadas y retrocesos culturales, como la etapa hitleriana que estaba por llegar en aquel período.
Es más, Hirschfeld explica que es a partir de la Revolución Francesa (1789), donde las personas homosexuales pasaron a tener los mismos derechos que cualquier otra. Quizás, apunta muy atrás, teniendo en cuenta que una cosa es la ley y otra la realidad social paralela, que no siempre hace caso de sus postulados.
En todo caso, la película Diferente a los demás (1919) es una muestra de que la homosexualidad estuvo mucho tiempo atrás presente como temática recursiva, y seguramente siempre presente en la Humanidad. Nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y demás ancestros supieron y tuvieron conocimientos de hombres que vivieron y amaron a otros hombres, tal vez no en un mismo hogar y públicamente, pero a su manera siempre contaron con alguna que otra montaña, como nos sugiere Brokeback Mountain (2005), para un período de la Historia más reciente (F.R.C.).